Eef Barzelay - Loose Big


Empecemos por el principio, pero sin enrollarnos. No puedo negar el recelo inicial con el que me acerqué a este disco. Dicho esto, lo segundo es que esta sensación no ha hecho más que aumentar. La manía no viene por el disco no en particular, ni siquiera por el artista en cuestión -un auténtico desconocido para mí- sino sobre todo por el sopor repentino que me produjo no ya enfrentarme a él en una escucha atenta, sino tan sólo sus acordes iniciales: un disco de country camuflado de rock alternativo. Ufff… respira hondo. Vaya, parece que el disco se puede hacer ameno con esa producción de vieja escuela, con sonido crudo, puro y nítido.

Por lo visto el señor Eef Barzelay era el cerebro de Clem Snide, y dedica su tiempo a las bandas sonoras, que da caché y pasta. En este su segundo disco en solitario (me van a disculpar no haber audicionado su discografía anterior) este cantautor nacido en Tel-Aviv nos ofrece una decena de diapositivas campestres tan americanas con unos pocos estados de ánimo tan postardoadolescentes que me dan ganas de llorar.

Empiezo lamentando y quejándome, con positividad. “Could be worse” al menos tiene energía y sabe que podría ser peor si esta falta. Y faltará. Un teclado Hammond le sirve para decirnos que las chicas sólo quieren melodías dulces y lo demás las da igual: una forma de enamorarlas tan hippy como digna de Ismael Serrano. “Girls don’t care” se acelera y se pone interesante al final , pero a grito de ‘Alright, alright’ nuestro triste galán calla a sus músicos a los pocos segundos. Muy castrante. Así que decide tomar el camino individualista en “Take me” y enamorar él en solitario cantando con su guitarra.

No voy a negar que “How dare” es un buen tema en plan clasicorro, con esa guitarra distorsionada sobre la ruda batería: tiene tanto gusanillo este tema que podrían acabar seleccionando un fragmento instrumental como el del comienzo de la canción para un próximo anuncio de Martini. Pero el pulso vuelve a perder interés en “Apocaliptic friend” con sus gritos exagerados, y que un malpensante podría pensar que canta un amor en ciertos momentos algo queer. Tras títulos superintelectuales (“Numerology”) y más cuentos (“Make another tree”, con esos levísimos momentos en los que deja intervenir a su banda), llega el track que da título al álbum y que mejor ejemplifica el carácter general del mismo: “Loose big”: ese diálogo imaginario de mirada de amor positiva tan intimista que podría llegar al top chart de alternative country en USA.

Cuando el sopor asalta, ves que te encuentras en el penúltimo corte (“True freedom”), que es supertranqui, aún más emotiva y encima larga. El remate llega con “Song for Batya”: remata con otra intimidad solitaria con su guitarra. ¿Será Batya el nombre de su guitarra? ‘Menos mal que tú no me abandonas, querida guitarra, como mis novias y mis amigos, a los que ya he dedicado temas antes. Pero contigo me despido.’

Nachei le da un 4,5.

Compra este disco tan majete y no tengas en cuenta nuestra opinión. Eef Barzelay - Lose Big

 

2 comentarios:

> dijo...

Se puede saber de que vas Nachei? haciendo una critica seria, con criterio y bien hecha???

No se si me da mas pereza escuchar el disco o leerme la critica.

xd

:*

Anónimo dijo...

Que ha pasado con este blog???